lunes, 26 de enero de 2015

G. Puccini: "Vogliatemi bene", duetto del Acto I de "Madama Butterfly"

Angela Gheorghiu, soprano
Roberto Alagna, tenor
Staatskapelle Dresden
Giuseppe Sinopoli, director
 
En 1904, Benjamin Franklin Pinkerton, un oficial de la Armada estadounidense a bordo del USS Abraham Lincoln, toma una casa sobre una colina en Nagasaki (Japón). Por intermedio del casamentero Goro, el marino ha arreglado su matrimonio con una muchacha japonesa (Butterfly). Ella ve ese vínculo como un compromiso firme, de por vida, pero para Pinkerton sólo se trata de una aventura mientras está fuera de su país. Como las leyes de divorcio japonesas son muy laxas, su secreta intención es divorciarse de la joven nipona una vez que encuentre la esposa estadounidense adecuada. La boda tendrá lugar en la casa, y Butterfly está tan animada por casarse con un estadounidense que antes se convierte secretamente al cristianismo. Su tío Bonzo, un monje budista, descubre la conversión, va a la casa, maldice a la joven y ordena a todos los invitados que se vayan, lo que hacen todos al tiempo que reniegan de ella. Butterfly y Pinkerton se casan de todas formas, y tienen su apasionada primera noche de amor (Vogliatemi bene).
 
BUTTERFLY
Vogliatemi bene,
un ben piccolino,
un bene da bambino,
quale a me si conviene.
Vogliatemi bene.
Noi siamo gente avvezza
alle piccole cose
umili e silenziose,
ad una tenerezza
sfiorante e pur profonda
come il ciel, come l'onda del mare!
PINKERTON
Dammi ch'io baci le tue mani care.
Mia Butterfly!...
come t'han ben nomata
tenue farfalla...
BUTTERFLY
Dicon che oltre mare
se cade in man dell'uom,
ogni farfalla
da uno spillo è trafitta
ed in tavole infitta!
PINKERTON
Un po' di vero c'è.
E tu lo sai perché?
Perché non fugga più.
Io t'ho ghermita
Ti serro palpitante.
Sei mia.
BUTTERFLY
Sì, per la vita.
PINKERTON
Vieni, vieni!
Via dall'anima in pena
l'angoscia paurosa.
È notte serena!
Guarda: dorme ogni cosa!
BUTTERFLY
Ah! Dolce notte!
PINKERTON
Vieni, vieni!
BUTTERFLY
Quante stelle!
Non le vidi mai sì belle!
PINKERTON
È notte serena!
Ah! vieni, vieni!
È notte serena!
Guarda: dorme ogni cosa!
BUTTERFLY
Dolce notte! Quante stelle!
PINKERTON
Vieni, vieni!
BUTTERFLY
Non le vidi mai sì belle!
PINKERTON
vieni, vieni!...
BUTTERFLY
Trema, brilla ogni favilla ...
PINKERTON
Vien, sei mia!...
BUTTERFLY
... col baglior d'una pupilla! Oh!
Oh! quanti occhi fissi, attenti
PINKERTON
Via l'angoscia dal tuo cor!
BUTTERFLY
Quanti occhi fissi, attenti...
PINKERTON
Ti serro palpitante.
Sei mia.
Ah!
BUTTERFLY
... d'ogni parte
A riguardar!
PINKERTON
Vien, vien, sei mia, ah!
BUTTERFLY
Pei firmamenti, via pei lidi,
via pel mare.
PINKERTON
Vieni, guarda:
Dorme ogni cosa!
BUTTERFLY
Ah! Quanti occhi
fissi, attenti,
d'ogni parte a riguardar,
pei firmamenti,
via pei lidi, via pel mare!
Quanti sguardi ride il ciel!
Ah! Dolce notte!
Tutto estatico d'amor, ride il ciel!
PINKERTON
Ah! vien, Ah! vien! sei mia!


BUTTERFLY
Amadme, por favor,
aunque sea un poquito,
como se ama a un niño,
como a mí me corresponde.
Amadme, por favor.
Nosotros somos gentes acostumbradas
a las cosas pequeñas,
humildes y silenciosas,
a una ternura sutil
pero tan profunda como el cielo,
como las olas del mar.
PINKERTON
Deja que bese tus queridas manos
¡mi Butterfly!...
Qué bien te han bautizado,
suave mariposa.
BUTTERFLY
¡Dicen que al otro lado del mar
si cae en manos de un hombre
la mariposa es atravesada
con un alfiler
¡y la clavan a una tabla!
PINKERTON
Hay algo de verdad en ello.
¿Y sabes por qué?
Para que no pueda escapar.
Yo te he atrapado.
Te abrazo apasionado.
Eres mía.
BUTTERFLY
Sí, para toda la vida.
PINKERTON
¡Ven, ven!
Expulsa de tu alma en pena
el miedo y la angustia.
¡Es una noche serena!
¡Mira: todo duerme!
BUTTERFLY
¡Ah, qué noche tan dulce!
PINKERTON
¡Ven, ven!
BUTTERFLY
¡Cuántas estrellas!
¡Jamás las vi tan hermosas!
PINKERTON
¡Es una noche serena!
¡Ven, ven!
¡Es una noche serena!
¡Mira: todo duerme!
BUTTERFLY
¡Dulce noche! ¡Cuántas estrellas!
PINKERTON
¡Ven, ven!
BUTTERFLY
¡Jamás las vi tan hermosas!
PINKERTON
¡Ven, ven!..
BUTTERFLY
Tiembla, brilla cada punto de luz...
PINKERTON
¡Ven, sé mía!
BUTTERFLY
...con el fulgor de una pupila.
¡Oh! Cuántos ojos fijos, atentos ...
PINKERTON
¡Aleja la angustia de tu corazón!
BUTTERFLY
¡Cuántos ojos fijos, atentos ...
PINKERTON
Te abrazo palpitante.
¡Eres mía! ¡Ah!
BUTTERFLY
...atentos,
desde todos lados, mirándome!
PINKERTON
¡Ah, ven, ven! Eres mía ¡Ah!
BUTTERFLY
¡Allá en el firmamento, en las playas,
en el mar!
PINKERTON
Ven, mira:
¡Todo duerme! .
BUTTERFLY
¡Ah! ¡Cuántos ojos fijos, atentos,
desde todos lados mirándome!
¡En el firmamento, allá lejos,
en las playas, en el mar!
¡Cuántas miradas! El cielo sonríe.
¡Ah, dulce noche!
Todo está lleno de amor.
¡El cielo sonríe!
PINKERTON
¡Ah! ¡Ven! ¡Eres mía!
 

viernes, 23 de enero de 2015

M. de Falla: "El fuego fatuo", canción de "El amor brujo"

Antonio Gades, Cristina Hoyos (Danza)
Rocío Jurado (Voz)
Orquesta Nacional de España
Jesús López Cobos, director
Carlos Saura, director fílmico
 
En 1915 Falla compuso “El amor brujo”, gitanería en un acto y dos cuadros que estrenó Pastora Imperio. Más tarde, en 1925, transformó la primera versión en un ballet para orquesta sinfónica, logrando así una de sus obras más populares, con tres canciones cortas para mezzo-soprano. Con este formato, “El amor brujo” triunfó como otras muchas obras de Falla.
El argumento cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por un antiguo amante fallecido. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario. El libreto fue escrito por Gregorio Martínez Sierra en dialecto andaluz, si bien se ha comprobado que su autoría realmente corresponde a su mujer, María de la O Lejárraga García, esposa apasionada que siempre publicó sus obras bajo el nombre de su marido.
La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, e incluye la Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y la Danza del terror. Una historia de hechizos, de brujería, donde el espectro del amante de Candela se le aparece celoso ante sus amores con Carmelo.
 
 

viernes, 16 de enero de 2015

Carlos Kleiber ensaya y dirige en concierto la obertura de "El murciélago", de Johann Strauss (hijo)

 
"Me sorprende mucho que permitiera filmar el ensayo, no va con la idea que tengo de él."
                                                                                        Otto Schenk, Director escénico y amigo.
Todas las actuaciones públicas de Carlos Kleiber constituían un verdadero acontecimiento. Hombre muy riguroso y tremendamente autoexigente, imponía a los que trabajaban con él enormes dosis de perfeccionismo. Quizá sólo dos grandes directores aparte de él ―Herbert von Karajan y Sergiu Celibidache, salvando las enormes diferencias técnico-estilísticas entre ambos― pueden comparársele en estos aspectos.
Carlos Kleiber confeccionó un repertorio muy selecto ―y exiguo― de partituras con las que trabajaría durante los treinta últimos años de su vida: algunas sinfonías de Ludwig van Beethoven, de Wolfgang Amadeus Mozart y de Johannes Brahms, el repertorio de la dinastía Strauss, y un selecto número de óperas: La Bohéme, Otello, Carmen, Tristán e Isolda, Der Freischütz, Elektra, El caballero de la rosa y Wozzeck – esta última, estrenada por su padre Erich en la Staatsoper de Berlín en 1925, bajo la supervisión del propio Alban Berg.
Uno de los puntos en los que coinciden la gran mayoría de músicos que han trabajado con Carlos Kleiber está relacionado con sus ensayos –realizados siempre a puerta cerrada−. Hay quienes afirman que un solo ensayo con él valía toda una carrera en el conservatorio.
En las largas e intensas jornadas en las que Carlos analizaba con gran detalle cada compás de cada obra, cada nota, cada silencio, nada se dejaba al azar. Kleiber era un “alquimista musical”, alguien que conocía perfectamente su profesión y que se zambullía en cada partitura como si hubiese sido compuesta en aquel preciso instante, sin dejarse llevar por prejuicios interpretativos o corrientes estilísticas pretéritas.
De ahí que nuestro genial director argentino se transformase en el podio en pura fantasía e improvisación, sumergiéndose y dejándose llevar por el flujo de los sonidos. Su máximo respeto por todos y cada uno de los instrumentistas de las orquestas a las que dirigía –otorgándoles gran libertad− le convertía en una persona afable en el trato, en hombre dialogante y en músico dispuesto a escuchar planteamientos diferentes a los suyos. La imposición nunca fue su modus operandi. 
En este ensayo legendario, grabado en Stuttgart en 1970, Carlos Kleiber pone de relieve su singular forma de entender, no sin tenue pasión, la obra maestra de Johann Strauss (hijo). Su manera de transmitir a los músicos cómo debe ser entendida se aprecia en varias escenas donde subraya todo lo dicho con singular interés. Por ejemplo, cuando manda al percusionista que toque las campanas tubulares detrás del escenario y le dice que lo haga de oído.
 

viernes, 9 de enero de 2015

Josef y Johan Strauss: Sphärenklänge, Annen-Polka y Delirien Waltz

Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)

Sphärenklänge, op.235 - Josef Strauss
Annen-Polka, op.117 - Johann Strauss
Delirien Waltz, op.212 - Josef Strauss
 
La doctrina pitagórica de la Armonía de las Esferas es la quintaesencia de la belleza en la explicación filosófica del Cosmos divino armonizado de forma fascinante por la concordancia de las proporciones aritméticas y musicales, que extrapoladas al universo entero determinarían que los cuerpos celestes debían emitir en sus movimientos unos tonos musicales armoniosos cuya combinación producía una maravillosa melodía permanente, conocida como «Música de las Esferas». Josef Strauss interpretó musicalmente el ideal pitagórico con una pequeña obra maestra: su vals opus 235.
 
La Annen-Polka ("Polca de Ana") es una pieza de Johann Strauss hijo que recibe el nombre en honor a la celebración de la festividad de Santa Ana (26 de julio), una de las más importantes del calendario vienés. Johann la compuso el 24 de julio de 1852, tan sólo dos días antes de la celebración.
 
El vals "Delirios", obra de Josef Strauss, nació con destino al baile de los médicos vieneses del año 1867. Su comienzo es una especie de descripción sinfónica de la mala situación de la medicina en la época.

 

 

Johann Strauss (padre): Beliebte Annen Polka, op. 137

Escuela de Equitación Española de Viena
Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
 
La polca "Querida Ana" se compuso en 1842 para conmemorar el día del santo de la emperatriz -su nombre era Maria Anna-, circunstancia que en la ciudad de Viena era celebrada con un gran baile popular. El día de Santa Ana es el 26 de julio aunque, debido a las inclemencias del tiempo y a que el baile era al aire libre, aquel año no pudo celebrarse hasta el día 2 de agosto.

Josef y Johann Strauss: Kaiser-walzer, op. 437

Ballet de la Ópera del Estado de Viena
Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
 
Johann Strauss (hijo) compuso El Vals del Emperador en 1889. Inicialmente titulado Mano a mano, este hermoso vals nació en agosto de dicho año con motivo de la visita del Káiser Guillermo II de Alemania a Francisco José I, en Austria. No obstante, al final el autor le cambiaría el nombre por el actual de Kaiser-Walzer, diplomáticamente más apropiado. Se interpretó por primera vez en Berlín el 21 de octubre de 1889.
La majestuosidad de la pieza se aprecia en su sólida estructura. Comienza con una suave marcha que avanza en crescendo, a la vez que va introduciendo la melodía principal. Esta sección permanece de fondo a lo largo del vals. A medida que se aproxima el final, un solo de violonchelo repite la primera estructura para finalizar definitivamente con una fanfarria de trompetas, acompañada por los timbales.

Johann Strauss II: Frühlingsstimmen, Op. 410

Kathleen Battle, soprano
Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
Frühlingsstimmen ("Voces de Primavera"), es un vals para orquesta y voz de soprano solista que Johann Strauss (hijo) compuso en 1882. La obra está dedicada al pianista y compositor Alfred Grünfeld. La famosa soprano de coloratura Bertha Schwarz (de nombre artístico, Bianca Bianchi) cantó la pieza en una función benéfica matinal en el vienés Theater an der Wien, a beneficio de la "Fundación Emperador Franz Josef y Emperatriz Elisabeth". El vals no tuvo demasiado éxito en su estreno, pero sería interpretado por Strauss durante su gira por Rusia cuatro años más tarde, a partir de la cual se produjo su reconocimiento definitivo.
El vals se inicia en la tonalidad de si bemol mayor con ruidosos acordes, en un comienzo suave y melódico. La segunda sección invoca las alegrías de la primavera, con una escena pastoral en la que la flauta imita el canto de los pájaros. La tercera sección, en fa menor, quejumbrosa y dramática, parece sugerir la lluvia primaveral, mientras la cuarta rompe ese aire melancólico con una alegre melodía en la bemol mayor. En la coda, vuelve la melodía de la primera sección, tras la que se precipita el final con acordes de los metales en fortísimo sobre un redoble de timbales.
 

Herbert von Karajan dirige "El Danubio Azul"

Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
 
La pieza bailable más célebre de Johann Strauss, hijo, es indudablemente An der schönen blauen Donau, opus 314, vals cuyo nombre de batalla, "El Danubio azul", no resulta desconocido para nadie. La obra fue compuesta por encargo: un vals cantado por un coro que hiciera a los vieneses olvidar la reciente derrota militar sufrida frente a Prusia, durante la guerra "de las siete semanas", acaecida el año anterior, 1866.
 
La obra no gustó en su estreno. Tampoco el autor le tenía mucha confianza: "no era suficientemente pegadiza". Sin embargo, poco después, invitado Strauss a actuar en París, decidió incluir en el programa este vals malquerido, pero sin los coros. Fue un éxito rotundo que se ha prolongado hasta el día de hoy.
Esta archipopular pieza de baile celebra la incomparable belleza del larguísimo río Danubio, cuyas aguas atraviesan cinco capitales de Europa y que en alguna época habrá sido azul, aunque, casi con toda seguridad, tampoco lo era en tiempos de Strauss.

Johann Strauss (padre): Marcha Radetzky, op. 228, por Karajan

 
Orquesta Filarmónica de Viena
Herbert von Karajan, director
(Concierto de Año Nuevo, 1987)
El iniciador de la dinastía Strauss compuso esta marcha en 1848 en honor del conde Radetzky von Radetz, mariscal de campo que salvaguardó el dominio del ejército austríaco en el norte de Italia durante la revolución de 1848 con una serie de victorias militares.
La marcha alcanzó gran popularidad como expresión del nacionalismo, pero después Radetzky tomó parte en la represión de movimientos revolucionarios en Austria y llegó a ser considerada como un símbolo reaccionario.
 
Ésta es la pieza con la que acaba el Concierto de Año Nuevo. El público aplaude al compás y el director suele volverse para dirigirle en lugar de hacerlo a la orquesta.