sábado, 28 de junio de 2014

El Violín Rojo, film de François Girard (1998)

Título original: Le Violon rouge (The Red Violin).
Año: 1998.
Duración: 130 min.
País: Canadá.
Director: François Girard.
Guión: Don McKellar & François Girard.
Música: John Corigliano.
Fotografía: Alain Dostie.
Reparto: Samuel L. Jackson, Greta Scacchi, Jason Flemyng, Colm Feore, Carlo Cecchi, Irene Grazioli, Jean-Luc Bideau, Sylvia Chang.
Productora: New Line International Releasing / Channel Four Films / Telefilm Canada
 
Sinopsis: En el norte de Italia, en el siglo XVII, un maestro luthier crea su obra definitiva, un violín perfecto y barnizado en rojo, para su hijo a punto de nacer. A partir de ese momento, el instrumento viaja de mano en mano desde Europa a Canadá, pasando por China, hasta la época actual.
No es frecuente que una película fije su cámara en un objeto hasta darle todo el protagonismo. "El violín rojo", ese preciado instrumento musical que pasa de unos a otros a través de siglos y países, es la coartada perfecta para narrar las diferentes historias de sus propietarios y la de su creador. En las idas y venidas por ciudades y épocas (desde una subasta contemporánea hasta la Revolución Cultural China) la película nunca pierde su entidad como un todo compacto cuyas imágenes fluyen con naturalidad. La puesta en escena es rica en detalles y generosa en medios. "El violín rojo" es una película que contagia al espectador su serenidad.
La Banda Sonora del film es de John Paul Corigliano (Nueva York, 1938), quien a principios de la década de 1990 se había convertido en el compositor más interpretado de EE.UU., merced a dos obras, su atronadora "Sinfonía nº 1", dedicada a las víctimas del sida, que estrenaran la Sinfónica de Chicago y Barenboim, y la ópera "Los fantasmas de Versalles", encargo de Levine y la Metropolitan Opera de Nueva York.
De familia de músicos -su padre fue concertino de Bernstein en la Filarmónica de Nueva York-, la habilidad técnica de Corigliano para la fabulación audiovisual le ha llevado periódicamente al cine, al que vuelve con un importante trabajo, esta historia "del alma de un violín" a través de los tiempos, para la que ha creado un hiper-concierto, paralelo en cierto aspecto al mega-concierto que John Williams concibiera para "La lista de Schindler" de Spielberg. Aquí se cuenta con aliados de postín: Joshua Bell en el cometido solista y, lujo de cualquier banda sonora, la Philharmonia londinense con el finlandés Salonen a su frente. A partir de la música de la película, Corigliano ha elaborado una espectacular y amplia "Chacona",
 

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