miércoles, 9 de octubre de 2013

Robert Schumann: Märchenbilder para viola y piano, op. 113

Yuri Bashmet (viola)
Sviatoslav Richter (piano)

Schumann escribió las Märchenbilder (Estampas de cuento) para viola y piano op. 113 en 1851, cuando residía en Düsseldorf, donde había sido nombrado Director de Música y donde pasó sus últimos años antes de perder la razón en 1854. Esta obra se inserta dentro de una serie de pequeñas miniaturas para distintos instrumentos solistas con acompañamiento de piano.
En esta época, Schumann alternaba la creación de composiciones de grandes dimensiones (Hermann y Dorothea, Der Rose Pilgerfahrt, Der Königssohn en 1851; Requiem, Vom Pagen und der Königstochte, Des Sängers Fluch en 1852; y Missa sacra, Concierto para Violin, Escenas sobre Fausto de Goethe, Introducción y Allegro de concierto y la Fest-Ouverture en 1853), con otros trabajos de menor envergadura, como la referida en el título o los Husarenlieder Op.117, los Mädchenlieder Op.103 y los Lieder Op.104.

La op. 113 lleva en su título la denominación de "märchen". Märchen es la denominación alemana para "cuentos de hadas", género que emergió con fuerza en el Romanticismo alemán, ya que reunía una serie de características muy apreciadas por la mentalidad romántica: estaban fundamentados en lo irracional y en lo fantástico y, por otra parte, arraigados en el folklore y en la conciencia nacional. Así surgieron distintas publicaciones, bien en forma de recopilaciones, como las de los hermanos Grimm; o en forma de cuentos de nueva elaboración (Kunstmärchen), como los de Goethe, Tieck, Brentano y otros. Schumann, aficionado como era a la literatura en general, se sintió, evidentemente, atraído particularmente por este género.
Los Märchenbilder fueron publicados en 1852 (con una parte alternativa para violín, ad libitum). Están dedicados a Joseph W. von Wasielewski, amigo de Schumann, concertino y más tarde director de la Orquesta de Düsseldorf. El estreno de esta obra fue realizada por el propio Wasielewski y por Clara Schumann.

Schumann escribió en su diario los distintos títulos que había pensado para la serie: Violageschichten, Märchengeschichten, Märchen, y Märchenlieder. Es interesante el hecho de que el título que escogió finalmente relacionase estas piezas con una forma de arte visual ("Bilder" significa "cuadros" en alemán) en lugar de con los géneros de la historia (Geschichte) o de la canción (Lied). Es bien conocido y está ampliamente documentado su amor a la literatura y, por supuesto, a la música; sin embargo, su afición a la pintura se menciona y se conoce menos. Tanto Dresde como Düsseldorf, ciudades en las que residió Schumann de 1844 a 1854), gozaban de una escuela importante de pintores con quienes Schumann tenía contacto frecuente.
A pesar del título, desconocemos por completo si Schumann tenía en mente algún programa a la hora de su composición, por otra parte, los cuatro movimientos carecen de títulos programáticos y tampoco se identifican con cuentos particulares:

1. Nicht schnell (moderato)
2. Lebhaft (vivace)
3. Rasch (presto)
4. Langsam, mit melancholischem Ausdruck (lento, con expresión melancólica)
Los cuatro movimientos constituyen cuatro breves piezas contrastantes que forman un todo musical, unificado no mediante su contenido temático o motívico, sino mediante la tonalidad común de Re: los movimientos primero y tercero están en Re menor, el segundo en su relativo mayor: Fa; y el movimiento final vuelve a la tonalidad de Re mayor, a pesar de su carácter melancólico y ensoñador.

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