domingo, 15 de septiembre de 2013

El violín

 
 
El violín (del italiano violino, diminutivo de viola o viella) es el instrumento principal de la familia de cuerda frotada. Sus cuatro cuerdas (Sol, Re, La,  Mi) se afinan por quintas. La primera cuerda en ser afinada es la de La, que se ajusta a un tono de 440 Hz. Las partituras de música para violín se escriben casi siempre en clave de Sol, antiguamente denominada “clave de violín”.
Un violín mide 59 cm y pesa alrededor de 400 g. Es el instrumento más pequeño y, por tanto, el más agudo de su familia que cuenta, además, con el violoncello o violonchelo, la viola y el contrabajo. Salvo este último, todos derivan de las violas medievales.
En los violines antiguos las cuerdas eran de tripa. Hoy día son de metal o  de materiales sintéticos, entorchados con aluminio, plata o acero. La cuerda más aguda -llamada cantino- es un hilo de acero.
El timbre del violín es vibrante, muy bello. Como características más notables destacan su gran agilidad y sus enormes posibilidades expresivas. El sonido del violín es majestuoso y solemne en los graves, gracioso y juguetón en los agudos.
Los violines son los principales instrumentos de la orquesta, donde se hallan divididos en dos grupos (primeros y segundos) que, a pesar de ser iguales, tocan partes diferentes. Se les suele encomendar la interpretación de la melodía. A su vez, el repertorio del violín como instrumento solista o de cámara es muy extenso.
 

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