jueves, 18 de abril de 2013

Richard Wagner: "Tannhäuser", entrada de los invitados a la Sala del Torneo de Canto

Orquesta y Coro de la Metropolitan Opera (Nueva York)
James Levine, director


Escrita entre 1843 y 1845, Tannhäuser es probablemente la más madura y la más rica de ideas dramáticas y de invención musical de las obras de juventud del compositor. El tema de la redención por amor, que impregna la obra wagneriana, está claramente presente y el mundo medieval de los torneos poéticos trovadorescos, tan querido por el artista, se encuentra en el centro de la historia. Pero como ocurre con las grandes obras, Tannhäuser va mucho más allá de lo que puede sugerir una lectura restringida o literal y la dicotomía entre el amor carnal y espiritual de Venus y Elisabeth, el sentimiento de culpabilidad que refuerza la condena de Roma, nos llevan hacia una figura fáustica que busca el conocimiento y la belleza, hacia un rebelde contra una sociedad hipócrita y opresiva y también hacia la angustia creadora del artista.
En el segundo acto, Tannhäuser regresa a su ciudad natal reencontrándose con el resto de los caballeros y, de nuevo, con el amor de Elisabeth.
Durante un concurso de canto que debe transcribir la verdadera naturaleza del mejor de los amores, Tannhäuser confiesa su experiencia, que la sociedad no puede perdonar.
Elisabeth le propone, para salvarle, peregrinar de nuevo para suplicar el perdón papal. Entretanto, la pasión, jamás correspondida de Wolfram por la muchacha, vuelve a desconocerse tras su sublime canción. El caballero parte en peregrinaje hacia la Ciudad Eterna.

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